Todas las mujeres que han estado embarazadas saben que durante los meses de espera surgen muchos temores e inseguridades. Esta es una etapa que se caracteriza por una serie de cambios físicos y psicológicos y es normal que las gestantes sientan ansiedad por las complicaciones que se puedan presentar durante el parto, la salud del bebé y la manera como será su vida en adelante.
Cuando una persona se enfrenta a algo desconocido es natural que sienta miedo. Sin embargo, hay casos en los que los temores que se producen durante el embarazo, comunes en la mayoría de las mujeres que esperan un hijo, se convierten en verdaderas obsesiones.
En términos generales las gestantes que se preparan durante el embarazo, siguen los controles médicos, se realizan las pruebas diagnósticas necesarias y tienen condiciones familiares y de pareja estables, pueden llegar a tener algunos temores en un determinado momento, pero con información y apoyo los superan rápidamente. Pero no hay una regla con la que se puedan evaluar todos los casos.
De generación en generación se ha transmitido la idea de que el parto es un proceso muy doloroso y difícil de afrontar. Por esta razón cuando se acerca el momento de dar a luz el nivel de ansiedad de la mujer crece. Algunas llegan a experimentar verdaderas crisis de nervios que lo único que logran es complicar más su estado y el del feto. Como es lógico, el momento del nacimiento genera dolor a la madre, pero ésta debe saber que es normal que suceda así.
En la actualidad la situación es cada vez más controlada, lo que permite a la mujer sufrir menos en el momento del parto. La anestesia epidural, por ejemplo, es una buena ayuda.Durante las últimas citas de control del embarazo la gestante puede plantear este tipo de inquietudes al médico, a fin de que le ayude a resolver sus dudas y juntos puedan tomar algunas determinaciones para el día del parto.
Asi que a vencer los temores!
fuente: peru.com
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